Existen múltiples configuraciones de la Raspberry en función de el uso que le demos. Aquí te explicamos cómo cambiar de configuración y la importancia de las copias de seguridad como tarea imprescindible a la hora de trabajar con estos pequeños ordenadores.
Una de las ventajas del Raspberry Pi es la facilidad para cambiar de sistema operativo. Debido a que no lleva ningún chip de almacenamiento integrado podemos configurar todas las tarjetas micro-SD que queramos, pudiendo cambiar de sistema operativo para adaptarlo a nuestras necesidades muy rápidamente, simplemente cambiando la tarjeta de memoria por otra y volviendo a encender el dispositivo.
Es muy cómodo poder cambiar así de fácil de sistema operativo en nuestro Raspberry Pi, sin embargo, esto también puede ser un embrollo ya que si por algún motivo perdemos una tarjeta de memoria, o esta se estropea por el uso, será necesario volver a flashear la rom de nuevo y realizar toda la configuración desde cero, algo que puede llevarnos bastantes y horas si estamos trabajando con bases de datos, hemos montado una simple retro-consola o tenemos un centro multimedia con Plex o Kodi totalmente indexado.
Si queremos evitar tener estos problemas, lo mejor es realizar copias de seguridad periódicas de las tarjetas micro-SD de nuestro Raspberry Pi de manera que, en caso de que ocurra algún problema, podamos restaurar esta copia de seguridad para tener la tarjeta tal y como la configuramos la primera vez, sin necesidad de tener que instalar de nuevo el sistema operativo ni tener que configurarlo desde cero.